Intersexión COVID MX



Odette

Quiero compartir mi experiencia de las cosas que he vivido y sentido en todo este tiempo de aislamiento provocado por la pandemia de SARS-COV-2.

Mi última salida fue el día 8 de marzo ya que quise estar en la marcha por el dia de la mujer. Estuve en un contingente cerca de las chicas que perdieron a alguien que amaban, novia, esposa, hija, mamá; me sentí acogida, aunque al inicio tenía mucho miedo de ser excluida.

Una semana después empezó la cuarentena en la UNAM. Me afectó mucho porque ya tenía la costumbre de ir a mis clases de danza barroca. Amo la danza, hace que mi depresión sea más llevadera. Y en mi trabajo, aunque ya teníamos días de home office, se decidió que todos los días fueran así.

Las dos primeras semanas no me afectó el encierro, ya que me gusta trabajar en casa, aunque cuando iba a la oficina podía ver a mis compañeros de trabajo y el ambiente me gustaba mucho; además, salir a la calle ayuda romper a la monotonía de lo cotidiano.

Como siguieron pasando las semanas me empezó preocupar la situación del país y del mundo. Cometí el error de estar viendo diario las noticias, estar pendiente de lo que pasaba, me estresaba mucho. Además me sentía cada vez más sola aunque estuviera con mi familia, pues extrañé mucho salir con mis amigas (Carla, Miriam, Hana Aoi), ya que el año pasado salía muy seguido con ellas y me hacían sentir muy bien.

Empecé a tener crisis de ansiedad y depresión. Por fortuna mi psicóloga me ha apoyado en estos momentos y he aprendido como puedo transformar esos pensamientos negativos en algo positivo. También me ayudó que mi maestra de danza barroca decidiera darnos clases en línea y que me dediqué más tiempo a mi trabajo.

La segunda crisis nerviosa fue cuando empezaron los recortes de la empresa donde trabajo ya que por lo duro de la situación ha sido dificil mantenerla a flote. Por fortuna aun mantengo mi empleo, pero desgraciadamente ya no pudieron aumentarme el sueldo.

El mes pasado en la empresa donde trabajo decidieron crear el comité de conducta y mis jefes decidieron que sería bueno que estuviera ahí, ya que es para atender los casos de abuso laboral y sexual. Decidieron que yo era la candidata perfecta porque soy muy amable y empática con todas las personas de la empresa.

Para sobrellevar el aislamiento me recluyo en los videojuegos, ya que desde que era niña fueron mis únicos “amigos”. Hay videojuegos que me ayudan bastante porque me relajan y hacen que olvide el estrés del trabajo.

En esta cuarentena prolongada ha sido muy difícil no caer en depresión, pues cada día que pasa añoro salir con mis seres queridos.

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