Intersexión COVID MX
Merit
El COVID y yo
Hola,
¿Cómo vas? ¿Qué tal? ¿Cómo sigues? ¿Ya lograste tú conquista? ¿Destruiste mundos? ¿Acabaste fronteras? ¿Redujiste la vida a nada?
Todos tenemos varias razones para vivir, independientemente de éstas, la vida aunque rara y poco ortodoxa, es bella.
A tu lado, quiero decirte que, aprendí a estar con mi conciencia y me enfrenté a decisiones en dónde tienes que considerar que puedo ser parte de tu conquista.
Quiero agradecerte por darme horas con mi hijo, porque se me permitió tener conversaciones con él, hablando de política, economía, pasando por la filosofía, la ética y la razón de por qué existimos.
También te agradezco porque esta falta de trabajo y socialización me hizo desempolvar mis viejos amores, esos gustos culposos en la comida, la bebida y aún en el mero placer.
Al principio tuve muchos excesos, y es que el no tener una rutina o no hacer la que conocía pues me dio la libertad de no hacer nada.
He estado muchas horas con mi conciencia, escuchando música...y viajando al país de Narnia. En dónde existe una realidad alterna, en ésa en la que no naces con diagnósticos raros y que nadie comprende, en dónde no tienes lo padres que te tocaron y, es más, en dónde tienes dinero.
También se me ha permitido bailar, saltar, leer… y por qué no, disfrutar de momentos en los que simplemente miras un punto fijo sin pensar en nada.
He tenido tiempo para escribir, me gusta hacerlo. Narre un poco de mí vida en brújula intersexual. Quiero que las personas con mi diagnóstico sientan esperanza, se identifiquen con mis vivencias, comprendan que pese al dolor podemos ser resilientes, reconciliarnos, (unos momentos con el espacio tiempo, con la lógica ingenua de los médicos, de los políticos y por qué no, con los sueños) creer en que nuestras vidas únicas son buenas. Mi nombre, mis fotos y mi vida están en este proyecto. Pues tengo fe de que dará fruto en algún momento.
Tuve que ponerme hacer ejercicio para mejorar mi salud. El saber que los hospitales solo atenderán a personas que te tengan, me hizo pensar que no debo ir al hospital por mis muchos malestares médicos.
En fin, ya abra tiempo de conocernos, dicen que tarde que temprano nos enfrentaremos y ese día ambos lucharemos y solo habrá un ganador. Eso dicen las estadísticas, que en mi caso, nos jugaremos todo y apostaremos a solo un ganador.
Por lo pronto disfruto, sueño, armo lazos, doy instrucciones. Bueno eso fue al principio, cuando consideré conocerte en un tiempo corto.
Ya pasaron 60 días y aún no tenemos el placer de coincidir, y es que en realidad te evito. Pese a todo, parece que mis instintos de supervivencia siguen intactos, sigo las instrucciones y cuido de quienes amo. Con la esperanza de ver un mañana y poder dejarles algo más estructurado. Hoy más que nunca, sé que tengo que pensar en ellos; en su bienestar.
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Fotografía tomada por mi hijo David.
